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Con un gol de Miguel Basulto al promediar la segunda etapa, México derrotó a Brasil por 1-0 y se puso otra vez en carrera por un lugar en los octavos de final de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Nigeria 2009. El partido, válido por el Grupo B, se jugó este martes 27 de octubre en el Estadio Teslim Balogun de la ciudad de Lagos.
Al pesar del calor y la humedad reinantes, los dos equipos intentaron practicar un fútbol dinámico y bien jugado. Del lado brasileño, en el comienzo, se mostraron muy activos sus volantes Coutinho, Zezinho y Wellington, y eso le permitió a la Seleção dominar los primeros compases. Sin embargo, salvo aquel cabezazo de su capitán Gerson a los 6', no inquietó realmente a su rival.
A partir del despliegue de Abraham Coronado por derecha, más el atrevimiento de Víctor Mañón y Daniel Guzmán, México emparejó el desarrollo a partir de los 10', justo después de que Alisson evitara con esfuerzo y en dos tiempos la caída de su arco tras un cabezazo de Diego Reyes.
Brasil pareció quererlo un poco más, pero aquel trío que motorizó sus intenciones en el inicio se fue apagando, no usó las bandas con propiedad y centralizó demasiado el juego. Así, terminó a apelando a remates que nunca lastimaron a José Rodríguez, como aquellos de Coutinho (14') y Zezinho (17').
México, en cambio, siempre lució algo más prolijo, aunque tampoco tuvo lucidez para, colectivamente, poner a un jugador cara a cara con el arquero rival. Es cierto que, varios minutos después de esa bonita media vuelta de Mañón que se perdió por arriba, contó con la oportunidad más clara de la etapa, cuando Coronado, entrando por derecha, puso a prueba los reflejos de Alisson, quien evitó la caída de su arco (42').
La última, vale aclarar, volvió a estar en la cabeza de Gerson, pero el capitán brasileño desvió su remate contra el poste derecho mexicano.
Pegó justo y supo aguantarloEl desarrollo no varió en el comienzo del complemento. Brasil siguió diluyéndose en intenciones y, sin sorpresa, le hizo las cosas más fáciles a la ya de por sí sólida defensa mexicana. Igualmente, Rodríguez debió lucirse para evitar la caída de su valla ante un gran remate de Coutinho.
México tuvo varios tiros libres a favor desde los costados a los que no le supo sacar provecho, pero sí hizo trabajar a Alisson con uno frontal de Coronado, a esta altura uno de los mejores jugadores del encuentro.
Luis Nizzo metió mano en su banca y puso a Wellington Silva, quien 120 segundos después de saltar al campo de juego dejó a su tocayo Wellington de cara al gol, pero el número 8 brasileño remató desviado a los 67'.
Tres minutos más tarde, México finalmente sacó provecho de un balón parado. Primero, Coronado apareció solo por el segundo poste, pero Alisson le negó el grito enviando el balón al tiro de esquina. De ese córner llegó la apertura del marcador: el arquero no pudo contener el centro, dio un rebote largo y Basulto, con un toque preciso, envió el balón a la red (70', 0-1).
Brasil acarició dos veces el empate en los pies de otro substituto, Felipinho, pero Rodríguez le ahogó un derechazo y luego su zurdazo salió desviado por poco.
México entendió rápidamente que la mejor manera de defender la ventaja era teniendo el balón, y para eso fueron efectivos Gil Cordero y Coronado. Aguantó a pie firme los últimos embates brasileños y se dio cuenta que la victoria estaba consumado cuando, en tiempo de descuento, el remate de Wellington Silva desde la puerta del área pegó en Kristian Álvarez. Recién allí dio rienda suelta a una victoria clave para sus aspiraciones, dejando a Brasil con un signo de interrogación de cara a la última jornada.
Al pesar del calor y la humedad reinantes, los dos equipos intentaron practicar un fútbol dinámico y bien jugado. Del lado brasileño, en el comienzo, se mostraron muy activos sus volantes Coutinho, Zezinho y Wellington, y eso le permitió a la Seleção dominar los primeros compases. Sin embargo, salvo aquel cabezazo de su capitán Gerson a los 6', no inquietó realmente a su rival.
A partir del despliegue de Abraham Coronado por derecha, más el atrevimiento de Víctor Mañón y Daniel Guzmán, México emparejó el desarrollo a partir de los 10', justo después de que Alisson evitara con esfuerzo y en dos tiempos la caída de su arco tras un cabezazo de Diego Reyes.
Brasil pareció quererlo un poco más, pero aquel trío que motorizó sus intenciones en el inicio se fue apagando, no usó las bandas con propiedad y centralizó demasiado el juego. Así, terminó a apelando a remates que nunca lastimaron a José Rodríguez, como aquellos de Coutinho (14') y Zezinho (17').
México, en cambio, siempre lució algo más prolijo, aunque tampoco tuvo lucidez para, colectivamente, poner a un jugador cara a cara con el arquero rival. Es cierto que, varios minutos después de esa bonita media vuelta de Mañón que se perdió por arriba, contó con la oportunidad más clara de la etapa, cuando Coronado, entrando por derecha, puso a prueba los reflejos de Alisson, quien evitó la caída de su arco (42').
La última, vale aclarar, volvió a estar en la cabeza de Gerson, pero el capitán brasileño desvió su remate contra el poste derecho mexicano.
Pegó justo y supo aguantarloEl desarrollo no varió en el comienzo del complemento. Brasil siguió diluyéndose en intenciones y, sin sorpresa, le hizo las cosas más fáciles a la ya de por sí sólida defensa mexicana. Igualmente, Rodríguez debió lucirse para evitar la caída de su valla ante un gran remate de Coutinho.
México tuvo varios tiros libres a favor desde los costados a los que no le supo sacar provecho, pero sí hizo trabajar a Alisson con uno frontal de Coronado, a esta altura uno de los mejores jugadores del encuentro.
Luis Nizzo metió mano en su banca y puso a Wellington Silva, quien 120 segundos después de saltar al campo de juego dejó a su tocayo Wellington de cara al gol, pero el número 8 brasileño remató desviado a los 67'.
Tres minutos más tarde, México finalmente sacó provecho de un balón parado. Primero, Coronado apareció solo por el segundo poste, pero Alisson le negó el grito enviando el balón al tiro de esquina. De ese córner llegó la apertura del marcador: el arquero no pudo contener el centro, dio un rebote largo y Basulto, con un toque preciso, envió el balón a la red (70', 0-1).
Brasil acarició dos veces el empate en los pies de otro substituto, Felipinho, pero Rodríguez le ahogó un derechazo y luego su zurdazo salió desviado por poco.
México entendió rápidamente que la mejor manera de defender la ventaja era teniendo el balón, y para eso fueron efectivos Gil Cordero y Coronado. Aguantó a pie firme los últimos embates brasileños y se dio cuenta que la victoria estaba consumado cuando, en tiempo de descuento, el remate de Wellington Silva desde la puerta del área pegó en Kristian Álvarez. Recién allí dio rienda suelta a una victoria clave para sus aspiraciones, dejando a Brasil con un signo de interrogación de cara a la última jornada.
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